14.7.16

"ESTILO Y PERSONALIDAD". Crítica en El Diario Vasco: 18 de agosto 2015.

"Piltyay demostró un dominio de la articulación, el peso y la dirección musical [...] con una soberbia y pasión inusuales en una intérprete tan joven".

Teresa Albero.

La pianista rusa Daría Piltyay fue la encargada de abrir el Ciclo de Jóvenes Intérpretes del festival [Quincena Musical 2015 de San Sebastián]. No es de extrañar que, además, haya sido ganadora del Concurso Internacional Ciudad de San Sebastián 2015.

El concierto comenzó con un Haydn de alto nivel técnico, pulcro en la pulsación y el pedal, siendo dos mecanismos que dominó a la perfección en todo el recital. De Beethoven nos ofreció una de sus tres sonatas más importantes del periodo medio del compositor junto con "La Waldstein" y "Los Adieux". La "Appasionata" fue un ejemplo de entrega musical. Piltyay demostró un dominio de la articulación, el peso y la dirección musical que le permitió exprimir la "Sonata en fa menor" con una sobrebia y pasión inusual en una intérprete tan joven. Impactante y emotivo fue el sonido de Rachmaninov, redondo, profundo y nostálgico, acompañado de una diferenciación de los distintos planos sonoros exquisita. Un fraseo cargado de expresividad que no dejó a nadie indiferente. La curiosidad por excuchar "Evocación" de Albéniz se transformó en un inquietante y emocionante silencio del público ante lo que fue una respetuosa y fresca interpretación. Con la conocida "Paráfrasis sobre Rigoletto" de Liszt, la pianista rusa consiguió algo al alcance de pocos intérpretes y es que el virtuosismo no hiciese sombra a las melodías de la ópera y la gran musicalidad romántica que se esconde entre las numerosas notas de la partitura.

Un concierto cargado de generosidad sonora. Un mismo piano para distintos compositores, distintos estilos y periodos histórico-musicales diferenciados. El sonido del piano se transformaba en cada una de las obras. No obstante, había al go en común en todas y cada una de las interpretaciones y es la arrolladora personalidad musical de Piltyay que, respetando lo escrito, dejó claro que tiene mucho que decir mediante su musicalidad.

Teresa Albero. El Diario Vasco, 18 de agosto de 2015.